Acabaremos mal si el señor Rajoy se mete en mi terreno de la realidad y el deseo. Le recuerdo que Luis Cernuda ya patentó la idea en 1936. Ahora es un poco tarde y demasiado ridículo escudarse en la realidad para hacer lo que le salga por el forro. Sobretodo jodiendo a los más desfavorecidos.