viernes, 19 de septiembre de 2014

Dejarse querer y dejarse fotografiar

El amor y la fotografía no saben de fronteras. Pero son detenidos por ciertos abismos de desconsuelo y oscuridad.  Dejarse querer y dejarse fotografiar es una buena receta para salir del pozo oscuro. También nos ayuda a ser mejores y a  sentirnos mejor.