sábado, 27 de septiembre de 2014
Picar entre horas y fotografiar entre horas.
Hasta la fecha ningún crítico o teórico fotográfico ha despotricado contra la extendida costumbre de fotografiar entre horas. Nada han hablado ilustres profesores de fotografía, encumbrados fotógrafos profesionales o distinguidos artistas-fotógrafos. Sin embargo, podemos afirmar y afirmamos que fotografiar entre horas resulta cuasi tan dañino como esa fea costumbre de tomarse un aperitivo, merendar con cuchillo y tenedor o cascarse un resopón de aquí te espero. La verdad es que fotografiar de forma desordenada dejándose llevar por el puro deseo, la ambición, o por un apetito fotográfico irrefrenable es una costumbre tan abominable como cascarse 3 paquetes de patatas chips con una litrona de cerveza o cola mientras devoramos nuestro culebrón o nuestro partido de fútbol preferido. Si de verdad deseas adelgazar tu visión fotográfica, tu espíritu artístico o tu documentalismo fotográfico, lo mejor que puedes hacer es ser más ordenado. Fotografía cuando toca. Deja que posen con cara de tontos tus modelos, busca los paisajes y temas más rebuscados y, sobre todo, fotografía en medio de la masa, en especial de turistas y fotógrafos novatos que se dejan seducir por las mayores majaderías fotográficas del universo. Si sigues estos sabios consejos dejarás de ser fotógrafo y cosas parecidas.