“Las máquinas
fotográficas quisieran ser acordeones y los acordeones máquinas fotográficas.” Ramón
Gómez de la Serna, Greguerías
Las antiguas cámaras de fuelle nos recuerdan al acordeón. Los
fotógrafos que las han manejado seguro que de algún modo se sentían
acordeonistas. Por otra parte los acordeonistas ambulantes de ayer y de hoy
seguro que también se sienten fotógrafos minuteros. Son muchos los que
piensan que los fotógrafos somos dibujantes frustrados. Puede que sea cierto.
Pero además somos músicos frustrados y otras muchas cosas peores.