Sobre la desnudez, los gatos y los maniquíes
Quien no fotografía a un gato es porque no quiere. Tres cuartos de lo mismo podemos decir de los y de las maniquíes. Observen el detalle que las mentes mal pensantes y las bien pensantes se fijan (nos fijamos) más en la desnudez de los muñecos que de los felinos. Tal vez por eso creo que en Irán y otros países islámicos no permiten la exhibición de los maniquíes.