sábado, 31 de diciembre de 2016
Fotografía y suciedad
En sus orígenes la fotografía fue un proceso más bien sucio y peligroso. Muchos fotógrafos enfermaban con manchas en la piel por los productos químicos del emulsionado y del revelado. Quien más quien menos se sudaba la gota gorda y se lavaba poco en los conflictos bélicos, como fotógrafo ambulante o como fotógrafo viajero a países lejanos, exóticos, polvorientos y carentes de higiene. Muchas imágenes captadas desde los orígenes de la fotografía son de contenido escabroso, truculento, retorcido, pornográfico y en definitiva más o menos sucios. La mogijatería también es caldo de cultivo de imágenes sórdidas y en ocasiones delitivas.