El fotógrafo en apuros
La publicidad lo pinta todo de color de rosa. Pero la práctica fotográfica tiene sus problemas, sus riesgos, sus dramas y sus tragedias. Somos mayoría quienes fotografiamos para distraernos, divertirnos y hacer algo que valga la pena. Pero los sinsabores, los malos rollos y los desencuentros están a la orden del día. El miedo a que te amenacen, te agradan o te roben está presente en demasiados momentos. Es suicida minusvalorar o ignorar el riesgo. Por si os sirve de consuelo sucede tres cuartos de lo mismo en la práctica de muchas aficiones y profesiones.