Es un reto conjugar la toma de fotografías con el respeto y la libertad.
Nunca se fotografía a gusto de todos. Desalienta tener en cuenta todos los
tabúes y cortapisas. Sin atrevimiento muchas fotografías parecen
descafeinadas. Salpimentadas de
honestidad y (buena) conciencia nuestras imágenes rebosan respeto y libertad.