1.- Que tu labor como fotógrafo e
historiador de la fotografía no es más que una gota de agua en el océano de la imagen.
2.-Aparecen nuevas técnicas y
maneras de ver la fotografía que te desbordan.
3.-Las investigaciones sobre
historia de la fotografía se multiplican y te faltan fuerzas y motivación para
estar al día.
4.-Los achaques y los problemas
familiares te desbordan.