Las botellas se pueden ver medio llenas o medio vacias. Los globos más o menos inflados. Además, el ángulo de toma y el tipo de lente puede hacer que un globo crezca hasta ocupar la fachada de un edificio del ensanche barcelonés. Nuestros problemas, y también nuestros buenos rollos, pueden maximizarse o minimizarse según como se vean, sobrelleven o disfruten. Por cierto, creo que todos los contedenores deberían llevar globitos. ¿No les parece?