Existen talleres de risoterapia, crecimiento personal,
técnicas de relajación y estiramientos que en mayor o menor medida nos ayudan a
sentirnos un poco mejor. Algunos medicamentos, terapias alternativas ,ciertos
balnearios o lujosos cruceros nos prometen bienestar. No pretendo cuestionar
todos estos recursos. Pero si se interesan por la teoría y la historia de la
fotografía no dejen de acudir a las cenas fotográficas que organiza el Grup
Fotogràfic La Ginesta. El pasado lunes 20 de abril tuvimos la oportunidad de
compartir mesa y mantel con el doctor Bernardo Riego; fotógrafo, historiador de
la fotografía, profesor universitario y un largo etc. Entre los comensales
había antiguos alumnos y colegas de proyectos diversos. La mayoría hacía tiempo
que no veían a Bernardo y esperaban con anhelo el reencuentro. Había apetito y
en general quedaron limpios platos con chipirones, pulpitos, macarrones,
ensaladas varias, o escalopas. Tuvieron mucha más trascendencia unas
conversaciones saturadas de nostalgia y al mismo tiempo teñidas de un presente
áspero y un futuro incierto. Sin embargo triunfo la ironía y unas sonrisas
cargadas de esperanza, complicidades y buenos deseos. No arreglamos el mundo y
la broma nos costó 14 euros. Pero salimos equilibrados y renovados como en la
mejor de las terapias. Desde estas líneas le pedimos al señor Riego que no nos
castigue demasiado con tan prolongadas ausencias. También pedidos disculpas a
quienes por lo precipitado de la cena no pudieron asistir.