domingo, 20 de septiembre de 2015

Las fotografías creen en Dios

Algunos negativos, algunos positivos y diversos archivos digitales acaban sus días en el cielo de un museo, un archivo o una biblioteca.  Pero lo habitual es que tras pasar una temporada en un ambiente más o menos familiar acaben en el infierno del abandono o de la destrucción.  Las fotografías tienen su corazoncito, su alma y sus creencias. Las hay que piensan que su dios es el fotógrafo que las creó, otras sostienen la existencia de diversas diosas-cámara.  Desde hace unos años ha surgido una secta que creen en los dioses-ordenadores. La última moda son los dioses- teléfono móvil.  Por último existen los negativos y los positivos que creen en los dioses coleccionistas, archiveros, bibliotecarios o historiadores de la fotografía.  Son numerosas las fotografías, agnósticas y ateas. Muchas de estas imágenes descreídas se sienten explotadas y maltratadas por fotógrafos, comerciantes y coleccionistas. Reivindican que se las valore adecuadamente y que se las cuide cuando los años se les echan encima. De alguna manera piden que el  cielo o el paraíso sea su propia existencia y no un mundo que nunca han visto.