Hubo un tiempo en que la mayoría de las fotografías tomadas
por los aficionados estaban relacionadas
con el turismo. Quienes tenían medios y tiempo para cambiar de aires estaban
moralmente obligados a captar con su cámara fotográfica los mejores o más
curiosos recuerdos del viaje. Ahora la fotografía digital ha potenciado el uso
de la fotografía en la vida cotidiana. El turismo ha sido bautizado con
diversos adjetivos en ocasiones peyorativos o más o menos nobles como el turismo sanitario, turismo político,
turismo sexual, turismo de borrachera,
turismo de alpargata, ecoturismo, turismo religioso, turismo arqueológico,
turismo etnológico, cicloturismo, excursionismo, turismo lingüístico, turismo
deportivo, turismo gastronómico, turismo de la tercera edad, o el turismo
cultural. Por otra parte conviene clarificar que la emigración, el espionaje,
el comercio no tienen nada que ver con el turismo. Otro asunto interesante es el tema del
viajero y del fotógrafo viajero. Ambos conceptos muestran una mayor preparación
del viaje, un mayor tiempo y un interés en convertir el viaje o la fotografía
de viaje en una forma de entender la vida.