Si practicas la fotografía te darás muy pronto cuenta que resulta mucho más difícil perder peso que ganarlo. De todas formas vamos a dar algunos consejos:
1.-Fotografía mucho y come poco. Esta variante de la dieta del cucurucho, que no mencionaré para no ofender a los lectores pudorosos, resulta relativamente eficaz si nos emocionamos mientras fotografiamos. Permanecer abstraído en la fotografía te hace olvidar, momentáneamente, de la comida.
2.-Excursiones y paseos fotográficos. Funcionan en la medida en que se camine mucho y el final de fiesta no acabe en una comida descomunal. A veces también se toman buenas fotos. Con frecuencia se producen torceduras, insolaciones y reacciones alérgicas.
3.- Si todo esto falla consulta con un dietista o un endocrino. Mucha suerte amigo/a.