¿Hasta que punto puede la fotografía provocar el llanto o cortarlo de cuajo?
¿Debemos fotografiar tan sólo cosas hermosas, intrascendentes o divertidas?
¿Cómo reflejar, la pobreza, la violencia, la miseria, el dolor o la desesperación?
Yo me apunto a un bombardeo, mezclo lo dulce con lo salado y trato que mi cámara sea testigo de su tiempo.