Con la última entrada la cabeza me da vueltas y me atrevo a relacionar los recortes con la fotografía tradicional. ¿Qué hubiese sucedido si los apóstoles de los recortes viajasen, por ejemplo, al largo reinado del gelatino-bromuro (1880-2000 aprox)? En primer lugar el baño de paro quedaría suprimido o substituido por agua. En segundo lugar el revelador y el fijador se reutilizarían hasta el agotamiento. En tercer lugar la plata de las películas y los papeles sería la mínima indispensable. Las grandes ampliaciones quedarían prohibidas. Lo mismo a los negativos superiores al paso universal. Las cámaras más lujosas o caras suprimidas. Las lentes alemanas jubiladas. Los sueldos y condiciones laborales de los fotógrafos por los suelos (más o menos como pasa ahora). La fotografía de aficionado sería una afición masoquista de gente adinerada. Los críticos, teóricos e historiadores de la fotografía estaríamos más o menos como en nuestros días. Los conservadores tendrían mucho trabajo pero muy mal pagado.
De esta forma deberíamos reescribir la historia de la fotografía con muchas menos páginas, mucha menos calidad y sobretodo con unas condiciones de conservación deplorables.
