Hacer deporte favorece el rendimiento fotográfico. Pero no te pases el día en el gimnasio, nadando o correteando por ahí. También debes abrir un hueco en tu agenda para salir a tomar fotos. O mejor, trata de integrar la práctica fotográfica con la práctica deportiva. Lleva siempre que puedas una cámara en tus caminatas, paseos y sesiones deportivas en general. Entrena con mesura y fotografía con ganas.