“Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.” La casada infiel. Federico García Lorca
Por desgracia las fotografías no se nos escapan como los
muslos de la mujer amada durante el acto sexual. Si así fuera la carga erótica
de las fotografías sería inconmensurable. Las fotografías con patas son ante
todo infieles al fotógrafo o al conservador de fotografía. En gran parte la
culpa es nuestra por no saber estar en el lugar oportuno y en el momento
oportuno, o por ser torpe y negado en el manejo de la cámara fotográfica o en
las técnicas de archivo y conservación. Puestos a elegir prefiero unos muslos
de mujer.