Cansarse con la fotografía
Caminar con una cámara es una de las formas más sanas para cansarse con la fotografía. Ver exposiciones es también una costumbre saludable pero pesada. Machacarse la vista con los programas de retoque es un método óptimo para conseguir fatiga visual y según como hartarse de la fotografía. El laboratorio fotoquímico, trastear con equipo pesado, pasarse la noche fotografíando las estrellas, dedicarse a la caza fotográfica o fotografiar bodas, bautizos y comuniones son otras de las actividades que según el caso cansan o hastían.