Hablar y no decir nada, fotografiar y no decir nada
Hay gente que habla por hablar. Sus palabras buscan oídos receptivos a unas frases huecas, desestructuradas, aburridas o reiteradas. Tres cuartos de lo mismo sucede con demasiada gente que toma fotos por hacer algo y no tiene la más remota idea de como captar fotos mínimanente interesantes. Los pesados del siglo XXI suelen padecer más incontinencia fotográfica que verbal.