“No es el amor, sino sus alrededores, lo que vale la pena…Fernando Pessoa, Libro del desasosiego
Puede que tenga razón Pessoa y que en la fotografía como en el amor lo más
importante no sea el acto fotográfico o el acto sexual. El orgasmo fisiológico
produce un gran placer .Tomar una foto puede ser un orgasmo visual. Pero los
placeres del cortejo y de la feliz convivencia de la pareja proporcionan si
cabe una satisfacción mayor. Los prolegómenos de tomar una foto, su revelado,
retoque, copia y difusión nos llenan de orgullo y satisfacción como diría Don
Juan Carlos. Saber disfrutar de los alrededores del amor y de la fotografía es
un reto que debemos afrontar con decisión, cariño y fidelidad.