lunes, 13 de julio de 2015

Andorra, Andorra

Mi primera cámara fotográfica, una Kodak de Bakelita de 6x6 cm.,  me la trajo en los años sesenta  mi primo Paco de Andorra. Allí trabajó varios años de cocinero hasta que la nostalgia le hizo regresar a climas mediterráneos. Paco también nos regaló platos y vasos Duralex que todavía sobreviven y algún que otro artilugio que no recuerdo. En setenta, en los ochenta y en los noventa hice algunos viajes al país de los Pirineos y casi siempre compraba algún flash o algún objetivo. Casi todos, por desgracia, viajes demasiado rápidos en los que no puedes apreciar la idiosincrasia del Estado andorrano
Por entonces los Pujol y compañía ya estaban haciendo de las suyas.