Fotografía y saciedad
La práctica de la fotografía suele conllevar satisfacciones excesivas y frustraciones devastadoras. Las primeras suelen elevar nuestro ego hasta la cordillera del Himalaya, las segundas nos hunden en lo más hondo del averno. En cualquier caso la fotografía puede acabar cansándote. La sensación de hartazgo se exacerba con la contemplación de las basuras fotográficas que inundan la red.