SOMBRAS URBANAS
Nuestra existencia resulta demasiado monótona, gris y aburrida. Fotografiar claroscuros, luces y sombras es una forma de romper ese nudo gordiano de apatía y de captar imágenes intangibles pero cercanas a la belleza. Las luces son brillantes, presumidas y vacías. Fotografiar la claridad suele ser fácil pero frustrante. En cambio fotografiar una sombra es huir de la realidad, escapar de la muerte y escabullirse del silencio. Las sombras rebosan ternura, miedo, soledad, dolor y fantasía. Las sombras son nuestro negativo, nuestra matriz. Por todo eso y algunas cosas más fotografío sombras. No importa que no sean verdad. La mentira es también una sombría forma de piedad. Las certezas suelen estar cargadas de miedos y oscuridades. Las esperanzas rezuman luces y sombras.
José Manuel Torres
