viernes, 7 de mayo de 2010

Fotografía y geología

Maximino SAN MIGUEL DE LA CÁMARA, (1919): “Instrucciones a los recolectores de Rocas y a los aficionados a Geología y Petrografía”
Maximino San Miguel de la Cámara era catedrático de Geología Universidad de Barcelona (1912). Miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes y colaborador del Museo Martorell (1918). Para San Miguel, el tamaño 9 x 12 era el más habitual:
“Equipo: Una máquina fotográfica: los más usados son las de placas de 9 x 12 cm, y las estereoscópicas; ambas deben tener buenos objetivos, y las máquinas Goerz y el modelo de la casa Richard llamado veréscopo son las más recomendables, pero hay otros modelos más económicos de buen resultado.”
Las fotografías no deben ser tomadas con criterios artísticos, sino conforme “al fin que se destinan.” Es necesario colocar objetos conocidos para comparar el tamaño, la textura y la forma de la muestra. Finalmente San Miguel recomienda la necesidad de documentar las fotografías, sobre todo los datos del autor:
“También es material geológico útil para el Museo y de interés grande para la sección de Geología, las fotografías de canteras, valles, montañas y de todas las formas geográficas y de fenómenos geológicos; pero para que estas fotografías puedan servir al geólogo y lo mismo al Museo es preciso tomarlas con ciertas precauciones, atendiendo más que al efecto artístico al fin que se destinan. Es en primer lugar muy conveniente que la fotografía esté orientada; una precaución muy recomendable es la de colocar en el campo de la fotografía algún objeto cuyo tamaño es conocido aproximadamente: un reloj de bolsillo, el barómetro, la brújula, el cincel o una moneda, sirven muy bien para formas de detalle como las debidas a disolución y corrosión y las litoclasas y renas, los pequeños pliegues y fallas, etc, en los demás casos es costumbre casi universal poner como objeto de medida el martillo, cuya longitud debe anotarse en la fotografía. Cuando las pruebas se toman a distancia, el martillo, no se ve o se distingue mal, en ese caso, debe ponerse la guía o la persona que acompañe al excursionista. Agradecemos mucho que nos envíen negativos y positivas de formas geológicas y geográficas, anotando cuidadosamente cuantos datos puedan y el nombre, domicilio y profesión del remitente. Si las fotografías que se nos manden han sido publicadas en algún trabajo, rogamos lo hagan constar. (SAN MIGUEL, 1919, 80