Por la mañana continúo leyendo a Edmundo Valades y se fijó en un texto de Julio Cortázar que le dejó aturdido:
"Desde la infancia apenas se me cae algo al suelo tengo que levantarlo, sea lo que sea, porque si no lo hago va a ocurrir una desgracia, no a mí sino a alguien a quien amo y cuyo nombre empieza con la inicial del objeto caído".
Nuestro querido lector no es otro que el autor de estas líneas y su fascinación por los objetos perdidos y/o abandonados en la puta calle resulta semejante a la de Cortázar. Solo que si no fotografió los objetos que me encuentro por la calle la desgracia le acontecerá a personas odiadas y/o particularmente impresentables.