Insomnio
Se despertó hacia las dos de la mañana. Tras asearse y beber una taza de tila continuó leyendo "El libro de la imaginación" de Edmundo Valades. Casualmente lo abrió en el capítulo de "Insomnios". Por fortuna no se quedó atrapado en el relato de Virgilio Piñera ni en el de Gabriel García Márquez. Pero estuvo despierto toda la noche. Hacia las 8 de la mañana desayunó y se acostó hasta medio día.