Extremidad inferior
Conviene no perder la cabeza. Pero dejarse una pierna por ahí, aunque sea la izquierda, puede tener graves consecuencias para la movilidad de un ser humano, de un maniquí y hasta de un vendedor de preferentes. Debemos cuidar más y mejor a unas maltratadas y olvidadas extremidades inferiores. Por cierto, no deje de visitar a su podólogo y a su traumatólogo aunque le cuesta una pasta o deba comerse una lista de espera milenaria.