Las tabletas y los lectores
de libros digitales amenazan a los libros de bolsillo. Los teléfonos
móviles están fagocitando a las cámaras digitales compactas. Puede
que en un futuro no muy lejano los libros y las cámaras de bolsillo
sean una rareza. Pero los teléfonos móviles son cada vez menos de
bolsillo y las tabletas suelen ser grandotas. En cualquier caso me
abruma observar viajeros con dos o más móviles, una tableta, un
ordenador portátil y algún que otro chisme. Seguro que todos esos
trastos abultan más que un libro pequeño y un cámara compacta.