Fotografiar sin pudor
Debemos fotografiar con respeto, pero sin pudor. A ser posible fotografiaremos ligeros de equipaje y de prejuicios. Afrontar las tomas fotográficas sin mojigaterías nos alejará de la beatería, pero nos acercará a una realidad epidérmica, espontánea y atractiva. Con remilgos no se puede alcanzar la naturalidad documental o la sutilidad artística.