“Para mí será el dolor, para mí
será el quebranto”. Federico García Lorca
Podremos reseñarla, recordarla u
olvidarla. Pero con seguridad la cena-tertulia fotográfica de ayer
será única e irrepetible. Los macarrones a la boloñesa se
mezclaron con el manga, los garbanzos estofados con las agendas
saturadas, la ensalada de salmón con los viajes solidarios, la
tortilla de espinacas con la ausencia de seres queridos, el solomillo
con los altibajos de la salud, la pescadilla rebozada con la
esperanza de una nueva casa y un mejor trabajo, la macedonia con las
obligaciones hacia los nietos, el agua mineral con las vicisitudes de
la vida asociativa, la cerveza con limón con el deseo de relajarse
por el exceso de trabajo y los refrescos de cola con la necesidad de
estar alerta en demasiadas ocasiones.
Podríamos haber sido más. Pero no
mejores. Sin embargo acusamos la ausencia de Bernardo Riego. Su
reclamo atrae poderosamente. Desde aquí le deseamos que su viaje a
Barcelona fuese productivo y que nos informe de como van sus
investigaciones y sus cosas. Por otra parte esperamos que superen sus
dificultades comensales ausentes por problemas diversos. Para la
próxima primavera intentaremos montar otra cena-tertulia en el
restaurant La Ginesta. De todas formas supongo que nos veremos en
otras tertulias, charlas y exposiciones. Hasta pronto.