"Comprenderás que puede nevar en Primavera
y que en la Primavera las nieves son más crudas." Nuevo soneto a Helena. Pablo Neruda
La lluvia me llena de melancolía y pone más o menos triste. La nieve por el contrario me inunda de una alegría infantil. Esta nevada tardía ha sido tremenda. No recuerdo ninguna tan fuerte en mis 51 años de vida. Supongo que la de 1962 también fue importante. Pero casi no me acuerdo.
A última hora de la tarde he dado un largo paseo. Me he sentido como Edmund Hillary o Tenzing Norgay escalando el Everest en 1953. Barcelona estaba colapsada. Coches bloqueados, sirenas de bomberos, guardias urbanos tratando de organizar el tráfico.
Este invierno está siendo auténtico y parece que va a morir matando. Esperemos que la privamera nos de un poco de vidilla.