Los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías digitales deparan modas como la de compartir fotografías a través de las redes sociales, páginas webs, correo electrónico, etc. En los ya lejanos tiempos analógicos se compartían viviendas, coches, amigos y almuerzos, entre otras cosas. Las fotografías de vacaciones, viajes y celebraciones diversas solían mostrarse a los sufridos amigos y parientes en álbumes previsibles o en temidas proyecciones de diapositivas.
No se cual de los fenómenos es peor. Los recuerdos de las sesiones fotográficas del pasado me agobian. Pero el presente con tanta fotillo colgada aquí y allá casi resulta peor.