Hacer justicia y hacer fotografías
Demasiados fotógrafos intentamos ser un especie de juez aficionado que trata con sus imágenes de hacer un mundo más justo y menos inhumano. Al mismo tiempo solemos ser demasiado cascarrabias y quejicas para denostar a quienes no valoran nuestras fotografías tanto como nosotros. Por eso pienso que los miembros de la carrera judicial harían bien en no interesarse demasiado por la fotografía. Los fotógrafos, por su parte, no deberían juzgar, prejuzgar ni ser tan llorones cuando pierden un concurso, un contrato o una exposición.