No me interesa demasiado el mundo del automóvil. Pero puestos a elegir prefiero un coche añejo que muchas de las modernidades acutuales. En 1997 estuve en Cuba y subí a varios coches norteamericanos de los años 50. Fue una experiencia inolvidable. también paseé en automóviles soviéticos LADA y fue un trance más bien cutre pero sin desgracias.