Tras el orgasmo
Tras una relación sexual te sientes a la vez satisfecho y aturdido. Dan ganas de orinar, de lavarse la cara y de beber agua. El sueño florece y se abre el apetito alimenticio y carnal. Entonces se mezcla el deseo de dormir, de tomar un refrigerio o de volver a penetrar a tu pareja. El trilema es desgarrador y maravilloso.