lunes, 28 de enero de 2013

Promiscuidad

En ocasiones los espacios afectivos se repiten: cafeterías, restaurantes, excursiones, cines, hoteles y camas. No siempre tienes claro con quien compartes intimidades, confidencias, experiencias, proyectos, deseos, caricias, besos, abrazos y orgasmos. De forma inconsciente se escapan nombres de terceras personas en los momentos más íntimos. Y de forma consciente piensas en otra persona mientras estás haciendo el amor. A veces no tienes claro si tu pareja tiene rasgos occidentales, amerindios o africanos, si es rubia o morena, si su cabello es liso o rizado, si sus senos son grandes o pequeños. Las lenguas y los acentos se confunden. No sé si siempre amamos a la misma mujer, si amamos un ideal de mujer o si en la variedad está el gusto. Las intimidades afectivas están repletas de contradicciones, deseos inconfesados y sueños imposibles.