lunes, 3 de noviembre de 2014

Fotógrafo rico, fotógrafo pobre

En sus inicios la fotografía fue un asunto para gente de posibles. Desde 1888 Kodak populariza la fotografía simplificando la  técnica y abaratando precios. Sin embargo, a finales del siglo XX las clases más desfavorecidas todavía se encuentran marginadas del proceso fotográfico. Diversas Ongs realizan diversas campañas para que niños del tercer mundo practiquen la fotografía como una técnica de arte y conocimiento. La revolución digital y los teléfonos móviles con cámara extienden como una mancha de aceite la fotografía y el vídeo a cientos de millones de seres humanos.

Desde 1839 hasta nuestros días el aumento de usuarios de la fotografía ha sido constante.  Eso si, con pasos atrás por guerras como la II Guerra Mundial o crisis socioeconómicas como la de 1929 o el "periodo especial" de la economía cubana. Paralelamente la riqueza parece cada vez más concentrada en unos pocos, mientras que los pobres y marginados continúan siendo legión.

La práctica de la fotografía como afición ha requerido siempre cierto confort material. Pero sobre todo bastante tiempo libre y una inequívoca voluntad de captar imágenes de cierto valor documental, artístico o personal.

Por otra parte la fotografía ha sido para muchos desfavorecidos un medio para ganarse la vida e intentar salir de pobreza relativa. Los fotógrafos ambulantes y los minuteros en particular han sido el ejemplo más claro. 

Queda por estudiar el uso de la fotografía con fenómenos  como la devastadora crisis socioeconómica que afecta a España y otros países en estos momentos. Tal vez los estudiosos del futuro se animen y clarifiquen como la crisis afectó a nuestra relación con la fotografía.