Algunos personajes especialmente bordes, turbios y cabroncetes presumen de ser justos. Desbordan chulería, trapicheos y malos modos. Paradojicamente se comparan con el rey Salomon.
La vida suele ser particularmente injusta con la mayoría de los seres humanos. Son los menos quienes se pueden sentir más o menos satisfechos. El común de los mortales malvive y malmuere.
La fotografía también acaba desegañando a la inmensa mayoría de sus practicantes. Son una ínfima minoría quienes se sienten bien pagados y reconocidos a nivel profesional. La fotografía de aficionado resuda infinitas insatisfacciones, injusticias y cosas peores.