viernes, 7 de noviembre de 2014

Fotógrafos al borde de un ataque de nervios

En general la práctica de la fotografía produce efectos relajantes. Pero las excepciones que rompen la regla suelen desatar agobios y ansiedades.  Lo peor suele ser que te roben tu queridísimo equipo fotográfico. Tampoco sienta nada bien que no te comas una rosca en concursos y exposiciones. La toma de imágenes suele estar salpicada de malas caras, amenazas, insultos y algún que otro empujón. Internet suele ser un inmenso escaparate en el que puedes colgar tus fotos, recibir comentarios y compartir experiencias. Pero también abunda la gente pesada, estúpida y grosera que suele causar más malestar que otra cosa.