sábado, 13 de junio de 2015

El discreto encanto de la fotografía

En su día me impactó la película de Luis Buñuel El discreto encanto de la burguesía (1972). Ahora me pregunto como hubiera sido una segunda parte o nueva versión centrada en las relaciones de la burguesía y la fotografía. Desafortunadamente Buñuel ya no está entre nosotros y un servidor carece de formación cinematográfica. Es cierto que Gisèle Freund estudió el tema en su libro La fotografía como documento social. Pero al tratarse de un trabajo académico no pudo introducir el sentido del humor y del absurdo. 

La fotografía burguesa fue un paradigma de banalidad, ostentación, torpeza, picardía, celebración, testimonio, certeza, artisticidad y competitividad. Pero de entre sus filas surgieron fotógrafos con talento, paciencia, humildad y creatividad.