sábado, 13 de junio de 2015

El discreto encanto de la fotografía digital

El discreto encanto de la fotografía digital ha trascendido desde la burguesía hasta las clases más populares con una rapidez y generalización mucho mayor que la fotografía química. Arrastra muchos excesos. Pero gracias a ella tenemos el mundo en un clic y arrobas de millones de clics en el mundo. Corre el peligro se quedarse a medio camino de una plaga o de una droga. Pero ha llegado para quedarse. Seguramente convivirá con la fotografía clásica, de forma parecida a los discos de vinilo con la música en mp3. Sólo hay que tener salud, dos dedos de frente y, a ser posible, el potencial económico y el discreto encanto de la burguesía para sacarle un buen partido. En cualquier caso, siempre nos quedará la fotografía pobre. Me refiero a la fotografía estenopéica.