jueves, 25 de junio de 2015

El miedo del negativo ante los recortes

No puedo afirmar que los negativos sean personas como tu o como yo. Pero sostengo que tienen su corazonzito, su orgullo, su sabiduría, sus ideales, sus manías y, sobre todo, sus miedos. Los expertos afirman que sufren graves agresiones y salvajes atropellos de traicioneras humedades, alocados traslados, ciertos calores, determinados hongos, bastantes insectos y todos los dedos humanos e inhumanos. Pero los negativos se angustias especialmente ante los recortes, reencuadres, escaneos y otros excesos. Desean ser conocidos tal como son, que se les respete su integridad y que se traduzca su gama tonal y, si los tienen, sus colorines, de la forma más ajustada posible. Con esta crisis lo están pasando fatal los negativos, los positivos en papel, las diapositivas, los daguerrotipos, los colodiones, las albúminas, los calotipos, las tarjetas postales, las fotografías estereoscópicas, los archivos digitales, los fotógrafos, los historiadores de la fotografía, los archiveros, los documentalistas y casi todo bicho viviente. Por motivos económicos algunos cierran algunos archivos y sus imágenes son reubicadas con suerte desigual, otros archivos y/o fototecas ven menguados sus recursos. A buen seguro el mapa de los archivos fotográficos será muy diferente cuando acabe, si acaba, esta maldita crisis.