martes, 6 de enero de 2015

Se busca Jesucristo.

Somos conscientes de su valor. Por eso en vez de abocarlos al contenedor de las basuras abandonamos en sus cercanías objetos de valor práctico, artístico o espiritual. Un viejo abrigo y un cuadro de Jesucristo han gozado de este privilegio. Queda por saber si la prenda confortará a alguien  este crudo invierno  o si la imagen religiosa alimentará el espíritu de alguna persona desgraciada.