La mayoría de los mortales compartimos nuestra afición por
la fotografía con otras muchas cosas. Por lo demás la naturaleza efímera de la
mayor parte de los actos fotográficos hace que nuestra actividad fotográfica no
suele ser gran cosa. “Tres segundos de eternidad” es el título de una obra
antológica del gran fotógrafo francés Robert Doisneau. En esos breves instantes
se fraguó lo mejor de su obra. Tratemos,
pues, de que la fotografía conviva lo mejor posible con el resto de nuestras
actividades.