Para algunos es una profesión, para la mayoría un pasatiempo. Es al mismo tiempo un arte, un documento, un recuerdo y una banalidad. Pero además la fotografía o mejor las fotografías en plural no son más que un inmenso melodrama que trata de viajes y celebraciones diversas, de amores imposibles, de pasiones consumadas, de excesos gastrómicos y sentimentales y de innumerables situaciones que el bueno de Almodovar ha sacado particdo con bastante fortuna en su filmografía.
La moderna fotografía con teléfono móvil se alimenta y retroalimenta de programas del tipo de "Salvame." Nuestras grandezas y nuestras miserias se cuelgan en Internet. La intimidad es ahora extimidad y nuestra vida un melodrama.