miércoles, 7 de enero de 2015

Excesos gastronómicos y excesos fotográficos navideños

La Navidad provoca, entre otras cosas, excesos gastronómicos y excesos fotográficos. Los primeros se curan con largas caminatas, duras sesiones de gimnasio y dietas más o menos severas. Los excesos fotográficos, en cambio, tienen peor solución. Lo mejor que puede hacer es no castigar a sus amigos, conocidos y familiares con esas fotos cargadas de falsas sonrisas entre cuñados, besos hipócritas entre primos segundos, grasientas comidas y excesos alcohólicos. Pasada esta dura penitencia haga lo imposible por visionar varias exposiciones fotográficas, repasar revistas y libros sobre fotografía y navegar por Internet en webs de fotógrafos de calidad contrastada. Tras esta medicina esta curado. pero, pro favor, no vuelva a las andadas la próxima Navidad.