Nuestro
queridísimo gobierno autónomo catalán trata de cobrar una especie de multa por
el rescate de los llamados excursionistas imprudentes. Desde estas líneas
quisiera recordarles a estos ilustrados políticos que el excursionismo estuvo y
está fuertemente vinculado al catalanismo. De esta forma esta legislación no hace
más que tirar tierra a los ojos de quienes suelen ser los más fieles
admiradores y amantes de Catalunya. La mayoría de estos excursionistas suelen
ser aficionados a la fotografía, al vídeo y al dibujo. Estos
excursionistas-fotógrafos no se merecen el gobierno autonómico que tienen.