Los empachos fotográficos son una epidemia difícil de
curar. La revolución digital ha
multiplicado este mal. Dolor de cabeza, cansancio visual, sueño, ardor de
estómago, náuseas y vómitos suelen ser los principales síntomas. Trate de huir
del familiar o del amigo que le atosiga con fotografías navidades, vacacionales
o de celebraciones diversas. Apague el ordenador y olvídese de redes sociales, y bancos de imágenes diversos. Desconecte el
teléfono. Péguese una buena ducha y
trate de relajarse paseando. Si no mejora acuda a su médico. Pero recuerde que con
los recortes en los hospitales le pueden hacer esperar más de 12 horas. En los
centros de asistencia primaria en menos de cuatro horas le atenderá un facultativo.
Siga los consejos del personal sanitario y evite en el futuro la exposición
prolongada y reiterada a más fotografías de la cuenta. Como vacuna consulte
bibliografía de fotógrafos reconocidos o páginas webs dedicadas a los grandes
maestros de la fotografía.