viernes, 27 de marzo de 2015

La Barbería

Me cuenta un amigo que va al mismo barbero desde hace más de 30 años. El estilista está apunto de jubilarse. Su bien ganado retiro causa angustia capilar en mi allegado. Sea por su genética o por los tratamientos del peluquero, mi colega conserva el noventa por cieno de su cabello y apenas luce unas pocas canas. Nadie más que su barbero ha cortado su cabellera desde que es una persona adulta. Su fidelidad y lealtad es muy superior a la de su pareja. Su mujer lleva más cuernos que la Reina doña Sofia. Antes se citaban por teléfono, luego por correo electrónico y ahora por Whatsapp. Mañana quedarán para el último corte de pelo.